domingo, 11 de octubre de 2015

QUIENES SON LOS NIÑOS CON LOS OJOS TOTALMENTE NEGROS? 


Podría pensarse que se trata de una leyenda o de una pelicula de terror o de ciencia ficción, pero no, es la mas pura realidad. Hacia fines del siglo XX se han registrado varios casos donde supuestas "victimas" de encuentros con estas entidades , relatan su experiencia con los " niños de ojos totalmente negros" o los BEKS ( black eyes kids).

Pero son realmente un misterio? No , en lo absoluto. Estas entidades no son niños, solamente toman la apariencia de niños , justamente por el sentimiento de protección y cariño que los adultos cultivamos por los niños, de forma que sea más facil captar nuestra atención y ablandar nuestro corazón. 

Estos niños , son entidades malignas, seres interdimensionales demoníacos , que por determinado tiempo se pueden materializar en esta dimensión y asi asediar a la "victima".

Las apariciones de estos niños tienen todas mas o menos las mismas características: 

- se tratan de dos o mas niños de entre 8 y 16 años de edad. 
- poseen un comportamiento "raro" y lenguaje demasiado formal , como si su forma de expresarse fuera de un adulto y no de un niño. 
- siempre afirman estar perdidos o necesitando ayuda 
- piden siempre autorización para ingresar a la casa de la victima o subir al coche de la misma. 
- comienzan el dialogo siendo amables y dulces pero si los contradices o les preguntas demasiado se enfadan y cambian de comportamiento , adoptando una postura agresiva 
- al verle los ojos , percibimos que son totalmente negros, sin pupilas, sin iris y sin blanco de los ojos. Como huecos vacíos.
- en la mirada se percibe una maldad espeluznante y el miedo que trasmiten es impresionante. 


A continuación una historia real corresponde a lo vivido por el periodista estadounidense Brian Bethel el 16 de enero de 1998. 
“Era de noche, recordé que adeudaba la cuota mensual de Internet y para evitar un indeseado corte, decidí ir al centro comercial donde la empresa tenía un buzón para pagos fuera del horario comercial. Al lado de la antigua sede de Camalott Communications, en Abiline, se hallaba un cine, que en ese momento proyecta Mortal Kombat, así que estacioné frente a la marquesina para aprovechar la luz y escribir el cheque, cuando de repente alguien golpeó la ventana del acompañante.
Volteé la cabeza y vi que había dos niños observándome. Era difícil determinar su edad exacta, pero tendrían entre 10 y 14 años. Pensé que me iban a pedir unas monedas e inesperadamente sentí pánico. (…) Fue algo indescriptible que nació desde lo más interno y primitivo de mi ser.
El chico más alto sonrió y eso me heló aún más la sangre. Sabía que algo no estaba bien, pero no sabía qué era. Por inercia bajé el cristal y pregunté qué necesitaban. Él chico sonrió aún más y pude ver que sus dientes era muy, muy blancos.
‘Hola, señor, tenemos un problema’, respondió, mientras el otro chico permanecía mirándome fijo, en silencio. La voz era la de un joven, pero su dicción era calma, tal vez muy aplomada para su edad. Sentí ganas de irme, pero no puede evitar seguir oyéndolo. ‘Verá, mi amigo y yo queríamos ver la película, pero olvidamos nuestro dinero’, continuó. ‘Necesitamos ir a nuestra casa por él. ¿Nos llevaría?’
‘…Uh, bueno…’, fue lo mejor que pude decir. Aquí es donde la historia se vuelve más rara porque su compañero silencioso lo miró con una mezcla de confusión y culpa en el rostro. Parecía algo sorprendido porque no abrí la puerta de inmediato. El hablante me miró algo perturbado, como si supiera que estaba buscándoles algo raro. ‘Vamos, señor…’, dijo de nuevo, suave como la seda.
‘(…)¿Qué película quieren ver?’ pregunté finalmente. ‘Mortal Kombat, por supuesto’, contestó. ‘Claro’, respondí y miré rápidamente la marquesina y el reloj en mi auto. La película había empezado una hora atrás y era la última función de la noche. Me interrumpió y dijo: ‘Vamos, señor… déjenos entrar. No podemos entrar hasta que nos deje (…). Solo déjenos entrar y nos iremos antes de que lo sepa. Iremos a la casa de nuestra madre’.
Me di cuenta de que mi mano estaba en la manija de la puerta, casi por abrirla, cuando la retiré de manera violenta por algo, por algo que me obligó a no mirar a los niños. Y cuando los miré nuevamente, cuando mi mente volvió en sí, vi por primera vez sus ojos. Eran negros como el carbón. Sin pupila. Sin iris. Sólo dos orbes negros que reflejaban la luz roja y blanca de la marquesina.
El joven silencioso tenía una expresión de horror que parecía indicar dos cosas: ocurrió lo imposible y se dio cuenta. El mayor aparentó furia y reiteró: ‘Vamos, señor. No lo lastimaremos. Tiene que dejarnos entrar. No tenemos armas…’. Esto me asustó a más no poder. Con ese tono prácticamente estaba diciéndome ¿No necesitamos un arma’. Elevó la voz y con palabras que mezclaban enojo y pánico dijo por última vez: ‘¡No podemos entrar si no nos… da… permiso!’. Ya tenía la mano sobre la palanca de cambio y arranqué en reversa a toda velocidad. Cuando volteé para verlos bien. Habían desaparecido" 

Que son y que desean? 

Estas entidades son entidades interdimensionales demoníacas , que han logrado materializarse y que se aprovechan de esos minutos que poseen en esta dimensión para lograr sus objetivos. Desean el permiso de la persona para entrar en su casa o en su coche para lograr una influencia demoniaca en la victima.
Recordemos que estamos en los ultimos tiempos , los portales que se abren atraves de los rituales son cada vez más frecuentes y por otro lado Dios está permitiendo a medida que nos acercamos a los ultimos tiempos que la actividad demoníaca se acentúe cada vez más y las materializaciones ( aunque siempre sean por tiempo determinado) son más frecuentes.

Que hacer y que NO hacer? 

- No se debe dialogar con estas entidades más de lo necesario. 
- No se debe ser agresivo con ellos , no discutir ni pelearse.
- No huir , porque volverán a aparecer sin ninguna duda. 

Se debe : 

- mantener la calma , no asustarse al verle los ojos y tratar de no mirarlos directamente.
- no huir , sino que se debe iniciar un monólogo donde nosotros debemos decir : que reconocemos quienes y que son , y que no les damos permiso para entrar en nuestro hogar , ni en nuestro coche y tampoco en nuestra vida. Que ordenamos expresamente en el nombre de nuestro señor Jesucristo que se retiren , se alejen y no vuelvan a molestarlos nunca más. Que estan protegidos por la sangre preciosa del cordero. 

Verás que al voltear y volver a mirar , después de esto ya no están. 




VIDEO SOBRE EL TEMA: 






 

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